Hace tiempo la heredera me preguntó qué me llevaría si tuviera que irme de casa con urgencia por un motivo grave.
Yo sonreí y le dije que si me hubiese preguntado pocos años antes me habría llevado muchas cosas que consideraba valiosas, pero en ese momento me iría con ella, mi perro, algunas fotos y ciertos documentos (más que nada por no tener que reponerlos).
Cada año que pasa siento menos apego por las cosas materiales.
Me gustan los libros, las flores, las plantas y los objetos bellos, pero todo o casi todo se puede reponer.

En realidad no necesitamos tanta ropa, tantos muebles, tanta música, tantos libros...tantas posesiones materiales. Cuando llega un momento duro en la vida nada de eso te produce el menor consuelo.
Necesitas la mirada de alguien que te quiere. Necesitas palabras que te ayuden a sobrellevar el dolor, ese agujero negro que te atrapa y te retuerce hasta que ya no puedes más. Necesitas silencios, en compañía o a cientos de km de distancia.
A medida que los años pasan, que vas teniendo momentos buenos y malos, que vas asistiendo a la desaparición de personas que marcaron tu vida o te la dieron, vas tasando cada objeto, cada experiencia en su justo valor y vas necesitando cada vez menos cosas.
Quieres ser feliz un momento cada día con una caricia, una canción, el fresquito incomparable de las mañanas mientras paseas con tu perro por calles que parecen recién estrenadas, un cielo apenas entrevisto o largamente contemplado, una sonrisa de complicidad...
Quieres personas a tu alrededor que te aprecien por ser como eres, que cuando llegue el momento de partir se alegren de haberte conocido.
En este momento yo no quiero casi nada, o quizás lo quiero todo, y aún es demasiado.
Sed felices un momento cada día.
*Si te gusta lo que ves, apúntate en Amigos que me leen.
Precioso, como siempre.
ResponderEliminarDeseo que sigas siendo feliz muchos momentos cada día.
Besarkada handi bat.
Cada uno de tus comentarios me proporciona un momento feliz porque nos comunicamos. Ahora mismo estamos "alegando" como dicen en Tenerife.
ResponderEliminarEskertzen dut zure nahiak, biotzez.
Hola, Kay.
ResponderEliminarEl tema de quitar de en medio cosas superfluas realmente lo practicas. Lo transmites en más de un post. Voy a darle vueltas y ya te contaré.
Un abrazo.
Estoy deseando que me cuentes. Estaré aquí mismo, esperando, Miren.
EliminarGracias por comentar.
Leyendo los comentarios veo que a la gente le gustan los temas que tocas y a mi también, pero a mi lo que mas me gusta son las fotos que pones en las entradas.
ResponderEliminarEnhorabuena, nunca se con cual quedarme.
Me encanta que digas eso y que hayas dedicado unos momentos a contármelo. Gracias. Vuelve cuando quieras.
EliminarHola amiga. Comparto contigo el despego por las cosas materiales. Una sonrisa llena un mundo y no hace falta más. Montones de besos para ti
ResponderEliminarHola, Puri. Me estás dando ideas para un post.
EliminarSabes que ésta es tu casa. Para mí es un honor que pases por aquí y comentes. Pronto haré tus buñuelos.
Os animo a todos a tener momentos felices cocinando las estupendas recetas que encontraréis en La web de Puri:
http://www.youtube.com/channel/UCsOvK_k8GZYbRP1rjtT1mfA
Te envío una sonrisa y una canción: Jaime Aragall cantando Donna non vidi mai.
ResponderEliminarAbracitos.
La profesora de yoga nos dice que no es más rico quien más tiene sino quien menos necesita, que viene a resumir tu filosofía de vida.
ResponderEliminarEn estos años de consumismo atroz todos deberíamos ponerlo en práctica.
Para Rosas Blancas:
ResponderEliminarMuchas gracias, disfrutaré con ambas cosas, seguro.
Bss.
Para Anónimo:
Esa misma frase la he oído infinidad de veces en mi casa. Antes no le daba importancia, ahora estoy convencida de que es cierta.
Me sirve en lo material y en lo espiritual.
Agradezco mucho que te hayas animado a comentar.
Nunca he pensado qué me llevaría de mi casa. Siempre he dado por sentado que serían muchas cosas.
ResponderEliminarDespués de leer esta entrada y reflexionar bastante, coincido contigo en que estamos demasiado apegados a lo material.
He empezado a quitar cosas de casa y estoy de lo más tranquilo. Eso quiere decir que no las necesitaba para nada. De ahora en adelante mi lema también será "El lujo es el espacio"
Me encanta lo que escribes y cómo. Me quedaré por aquí, si no te importa.
Muchas gracias, Utopía.
No solo no me importa, estoy profundamente agradecida y halagada.
ResponderEliminarSigue comentando, por favor.
Gracias a ti.
Las cosas materiales nunca llenan nuestro espiritu ni nos hacen mejor o peor personas, solo son caprichitos y cuando entendemos que somos felices y bendecidos porque nos levantamos y vemos la luz del dia, porque respiramos y tenemos nuestros cinco sentidos funcionando, porque tenemos al lado personas maravillosas que nos saludan con una sonrisa o nos ofrecen un abrazo.Cuando entendemos que nuestra familia es nuestro mayor tesoro, que siempre estaran alli, que cuando estas pasando por malos ratos solo tu familia y los que en verdad te aman te ayudaran a salir de esos dificiles momentos...en fin solo cuando entendemos que como seres humanos imperfectos sin nada hemos venido y sin nada nos iremos, que como seres imperfectos no necesitamos lujos ni cosas materiales por que eso no alimenta nuestra alma, solo cuando entendamos y comprendamos que la felicidad esta en nosotros, solo cuando llegue ese momento seremos libres.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, por ser tan centrada y no dejarte llevar por el consumismo, porque tu eres libre y feliz como eres, con tu esencia, tus metas y sueños.
Dios te bendiga y nos permita cultivar una bonita amistad, porque no hay barreras ni distancias para una buena amistas sin interes, solo estar alli cuando se necesita.
Un abrazo desde Colombia.
No tengas la menor duda de que nuestra amistad continuará, Diana.
ResponderEliminarMe encanta tener amigas en distintos países y tienes razón, la distancia no es un obstáculo.
Un millón de besos.