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Viajaban en un barco de esos que tienen el fondo de cristal. Estaba tan nerviosa que no dejaba de juguetear con el collar nuevo.
De repente las bolitas salieron disparadas en todas direcciones. Su madre y ella empezaron a recogerlas, el resto de pasajeros colaboró y un niño le prestó la bolsa de sus golosinas para meterlas.
Se llamaba Mario y era italiano. También estaba de vacaciones. Se sentaron juntos y pudieron contemplar cientos de peces de colores, varias medusas y un pulpo.
Habitualmente se mareaba mucho pero ese día, con tantas emociones, no tuvo tiempo.
Al despedirse descubrieron que los hoteles en los que se alojaban estaban muy cerca y quedaron para ir todos a la playa al día siguiente.
Días más tarde, mientras volvían a casa y miraba sin ver a través de la ventanilla pensó que habían sido unas vacaciones estupendas y, además, tenía un nuevo amigo.
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* Desconecta, conoce gente, descansa
Me encanta
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar.
EliminarFeliz finde.
Un abrazo