Por más que le daba vueltas y vueltas no veía salida.
No le gustaba, pero la realidad era la que era: la relación con su hijo estaba llena de luces y sombras, más sombras que luces.
Lo había intentado todo, hablar con calma, enfadarse, hacerse a un lado... pero el final siempre era el mismo, a él era muy fácil herirle y su hijo no admitía ni la más mínima pregunta. Siempre pensaba que quería controlarle cuando lo único que deseaba era mantener una relación normal.
Entendía perfectamente que el chico debía vivir a su modo y tomar sus propias decisiones, acertar, equivocarse y, sobre todo, vivir.
Hasta que un día aceptó la situación y decidió que no quería sufrir más, que la vida seguía y nadie sabe qué nos deparará el futuro.
¿O sí? lo que aparecía en sus sueños siempre se cumplía.
Ojalá su hijo, llegado el momento, recordara que siempre estaría allí.
*Aceptar es el primer paso para dejar de sufrir.
Aprende a aceptar, deja fluir.
Uff me has hecho pensar porque yo estoy en el otro lado, a veces en el del hijo, un beso
ResponderEliminarTodos debemos ponernos también en "el otro lado", eso es lo más difícil.
EliminarA veces, ni así aciertas.
Un abrazo y disfruta mucho de tu peque
ainsssssss qué difíciles son las relaciones y más cuando son con nuestros seres más queridos... y a veces lo mejor es ponernos en el otro lado y dejarnos llevar para dejar de sufrir... muy buena la historia
ResponderEliminarMuy bueno tu consejo.
EliminarUn abrazo muy gordo
Qué difíciles son a veces las relaciones madre-hijo. No sé cómo seré yo dentro de unos años... ¡miedo me doy!
ResponderEliminarLo harás estupendamente, seguro. Lo que ocurre es que a pesar de hacerlo con la mejor intención a veces no se acierta, no sale bien o la otra parte lo malinterpreta, pero eso también forma parte de la vida.
EliminarLos malos momentos hacen que los buenos brillen más.
Hay ocasiones en que hay que dejar que las cosas fluyan (como sea) porque no se puede hacer más.
Muchos besos
Me encantan tus cuentos, y sobre todo las enseñanzas que se sacan. Bravo.
ResponderEliminarGracias, Marta. Eres muy amable.
EliminarBsss