Por las noches, mientras daba vueltas en la cama, pensaba que era demasiado tímido para acercarse a ella e invitarla a su cumpleaños.
Eso le provocaba un enfado tremendo y hacía que se encerrara más en sí mismo.
Cuando solo quedaban tres días recordó que su abuela siempre le decía "Tranquilo, la Naturaleza siempre busca el equilibrio. Vive y confía...".
Dos días más tarde vio a Jimena llorando y pegando carteles por todas partes. Su perro había desaparecido y en casa estaban desesperados. Pasaron toda la tarde buscándolo hasta que sonó el teléfono. Una pareja lo había encontrado vagando desorientado.
La alegría fue tan grande que olvidó el discurso que llevaba ensayando una semana y se lo pidió sin más. Lucas, el perrito, también asistió y se dio un atracón de salchichas mientras Miguel ante la barbacoa sonreía mirando alternativamente al cielo y a Jimena.
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PD. Vive y confía
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Ohh, que bonito. Aprovechó la ocasión y salió natural y sincero, es la mejor manera de pedir algo :)
ResponderEliminarMe ha gustado :))
Feliz domingo
Demos una oportunidad a la vida.
EliminarBesos
qué bonito!!!!!!!!!!!! nada mejor como la naturalidad y esperar al momento adecuado para pedirlo... y todos felices con un final feliz como a mi me gusta ;)
ResponderEliminarFeliz día
A mí también me gustan los finales felices, ja, ja, ja...aunque en la vida hay de todo.
EliminarUn abrazo
No hay cuento que me gusta más que uno con moraleja. Y más cuando es con final feliz. Muchas gracias!
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte y comentar.
EliminarFeliz semana!
Me ha gustado mucho la frase de tu abuela,y es que a veces no dejamos que la vida nos de lo que toca,un besazo
ResponderEliminarLa frase no es de mi abuela, ni de la abuela de Miguel, sino mía, ja, ja, ja...y me la ha enseñado la vida.
ResponderEliminarTienes mucha razón, olvidamos dejar que la vida siga su curso y nos dé lo que nos toca. Bssss