La decisión
Crédito: viajar.elperiodico.com |
Siempre había hecho lo correcto: estudiar, formar una familia y trabajar. Los últimos años habían pasado volando inmersos en la rutina.
Hasta aquel cumpleaños. Se sentía solo, el trabajo era monótono, y, desde luego, su familia pasaba de él. Ninguno se molestaba en saber cómo se sentía o en conocer sus opiniones sobre los últimos acontecimientos y cuando les llamaba para tomar un café y charlar siempre estaban muy ocupados.
Una tarde pasó por delante de una agencia de viajes. Mirando el escaparate supo que no había tiempo que perder. Decidió que no iba a seguir allí y que iba a cumplir sus ilusiones. Entró con una enorme sonrisa en los labios.
Dos semanas más tarde había firmado los papeles para prejubilarse, su piso estaba en venta y tomaba un avión rumbo a un sitio cálido, con buenas vistas. Ya se lo explicaría por carta cuando tuviera tiempo.
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Yo creo que fue la mejor elección ;)
ResponderEliminarTambién yo; llega un momento en que si no te valoran, tienes que valorarte.
EliminarGracias por pasarte y comentar
La verdad que lo primero, en esa situación, es uno mismo. Lamentablemente habrá mucha gente en esa situación. Un buen relato.
ResponderEliminarEs muy importante sentirse a gusto con tu vida y valorado por los que quieres.
EliminarUn abrazo
Pues muy bien que hizo!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la historia :-)
Saludos!
Llega un momento en que hay que dar un golpe encima de la mesa y avanzar.
EliminarQue tengas una feliz semana!
Hola Utopía:
ResponderEliminarMe parece una fantástica decisión. La vida hay que vivirla, nada de dejarse engullir por el vacío, la rutina y personas que no son personas.
Besos y buen fin de semana
A veces querer mucho a otros hace que uno se olvide de sí mismo y de luchar por los propios sueños.
EliminarTe deseo una fantástica semana, Celia