By Utopía (kaykantauri-cronista)
Crédito imagen |
Luz odiaba los circos en los que utilizaban animales, por eso decidió que aquel sábado no saldría con sus amigos.
Su padre le comentó que por la tarde se inauguraba un pequeño local. El número fuerte sería un espectáculo de magia y allá fueron los dos.
Al cabo de diez minutos Luz pensó que habría sido mejor quedarse en casa, todo era tan normal, tan previsible: juegos de cartas, pañuelos de colores, monedas que cambiaban de bolsillo... En ese momento las luces se atenuaron y de la boca del mago empezó a salir una especie de niebla. Las palabras se encadenaban unas con otras con una cadencia especial. Nadie entendía nada, parecía que solo susurraba consonantes y entonces sucedió: todos parecieron comprender a la vez el mensaje en sus cabezas.
Volvieron a sus casas pero ya habían cambiado, nada volvió a ser igual y la marea se extendió a medida que el mago viajaba.
Si quieres descubrir qué hay detrás de las 150 palabras, haz clic.
*Cuida la naturaleza, ayuda a quien lo necesite, vive, disfruta.
¡da un poco de miedo! Pero es chulisimo
ResponderEliminarÚltimamente me salen así, ja, ja, ja...quizás sea por la situación general.
EliminarCada vez que veo toda esa gente huyendo para salvar la vida mientras los gobiernos pierden el tiempo en lugar de acabar con el conflicto siento una rabia infinita.
Bssss
Me ha encantado mil gracias!!!!
ResponderEliminarGracias a ti por estar ahí y por entenderme, A.
EliminarUn abrazo
Vaya con el mago y su marea! jajaja. Está muy chulo, me ha gustado que decidiese no ver a los animales enjaulados del circo... y aunque nada vuelva a ser como antes, que siga defendiendo esa causa...
ResponderEliminarNada volvió a ser como antes pq el mensaje del mago cambió su manera de pensar y decidieron que ayudar a los demás (de dos o cuatro patas) y cuidar la Naturaleza era prioritario.
EliminarFeliz semana, gracias por pasarte por aquí
¡Qué misterioso! Me gustan estas historias en las que cada uno puede desarrollar un final distinto.
ResponderEliminarEstamos rodeados de textos en los que nos hablan de palabras mágicas pero nos parece cosa de cuentos infantiles. No hay más ciego que el que no quiere ver...
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar, Marta.
Yo quiero saber más... qué pasa después????
ResponderEliminarLa respuesta está más arriba, se lo contaba a Lamama.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar.
Un abrazo muy fuerte, me encantan tus "arreglos para los zapatos"