En su barrio tenía fama de seria y formal.
Por dentro sonreía siempre, se veía así misma como una acróbata, disfrutando del peligro. De día era una economista más. De noche disfrutaba de su verdadera vida. Si ellos supieran.
Elegía sus golpes sin prisa, casi como un capricho. Estudiaba despacio la ubicación, los horarios, y la seguridad del local. Siempre grandes cadenas o tiendas importantes, jamás negocios familiares o de gente joven que empezaba.
Cuando estaba bien segura establecía contacto. Al otro lado respondía siempre la misma voz, eso también le gustaba.
Vendía su información y quedaba a la espera.
Dos días más tarde, indefectiblemente, leía en primera plana los resultados del atraco que había diseñado para aquellos millonarios ansiosos de emociones nuevas y recibía el solitario sobre de costumbre.
Todo fue bien hasta aquel domingo. Lo primero que vio al desplegar el periódico fue la ambulancia...
#150 palabras es una propuesta de Marta (Diario de Algo Especial) para escribir un pequeño relato.
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Ainss, no me esperaba ese final.
ResponderEliminarMuy buen giro
Me gusta que te guste.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar por aquí
Y entonces? Algo salió mal..
ResponderEliminarDicen que quien roba a un ladrón tiene 100 años de perdón no? :)
Hay más historia verdad?
Algo salió muy mal. Dicen que un grupo es tan fuerte como el eslabón más débil.
EliminarBssss
Vaya, vaya, qué bueno, me ha gustado esa intriga
ResponderEliminarEl misterio está de moda...
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