EL VESTIDO DE NOVIA
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Estaba muy triste.
Le habría gustado tanto participar, ir con ella, pero no pudo ser. Nunca la invitaron. Preguntó un par de veces y recibió unas excusas endebles, sin sentido y, de pronto lo vio claro: no iban a ir juntas.
Nunca supo con quién fue, y, una vez más, otra más, se calló y trató de enterrar la decepción y el dolor.
Hace poco, en casa de una amiga, buscando algo en la parte alta de un armario, apareció una caja blanca, con aspecto de contener algo especial. Preguntó qué era y su amiga la bajó. En la tapa tenía una letra en relieve. Su amiga le explicó que era el vestido de novia de su hija. Ambas habían estado de acuerdo en que debía guardarlo ella en recuerdo de las horas que pasaron juntas recorriendo tiendas, probando y descartando hasta encontrarlo, en recuerdo de un día tan especial.
#150 palabras es una idea de Marta, Nos da tres palabras y el resto es cosa nuestra. Puedes leer más relatos aquí.
*Recuerda: Para ser feliz debes aprender a ignorar muchas cosas.
No sé que decir,triste y duro,animo,un besazo
ResponderEliminarTodo ocurre por algo, lo difícil es la espera hasta que se entiende el por qué.
EliminarTe deseo una feliz semana, Anya
Una historia triste para un momento que suele ser especial. Esta semana la cosa va de vestidos de novia y mágicos...
ResponderEliminarUnas historias son más dulces que otras, como la vida misma que decía no sé quién...
EliminarNos leemos. Bsss
Triste...pero al final las cosas pasaban por algo y ella en sus suspiros de querer participar, se perdió de algo maravilloso que era acompañar a su amiga en sus sueños en las vísperas de su boda....ánimo chica! la vida es una tómbola :)
ResponderEliminarTú has entendido la historia de otra manera, pero, sí, a veces, te centras tanto en una cosa que el árbol te impide ver el bosque.
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar.
Un abrazo